El grandísimo impacto que las crisis de reputación y comunicación tienen en las redes sociales (incluso en el caso de que su origen se haya producido en el offline) están provocando todo un catálogo de reacciones equivocadas por parte de individuos y empresas que no hacen sino complicar el proceso de desactivación de las mismas que hemos tipificado como ‘redención‘ ante la comunidad y que constituye el objetivo último de todo aquel que se haya visto expuesto ante las iras de los internautas sea por el motivo – justificado o no – que fuere.
Estas estrategias y tácticas erróneas dificultan gravemente los esfuerzos de los profesionales de la reputación online por reparar y restituir el buen nombre de la marca que se ha visto atacada y sin duda demoran el citado proceso de redención en ocasiones por períodos que pueden extenderse varios meses y hasta años. Tristemente algunas de las reacciones a evitar se producen de manera espontánea e inmediata, siendo esto hasta cierto punto comprensible dada la gran presión psicológica a la que se ve expuesto el individuo, community manager o la propia marca en su conjunto cuando está en el ojo del huracán y arrecian los ataques en las redes.
Es por ello de una importancia capital identificar estar reacciones a evitar sabiendo que nos ahorrarán tiempo, dinero y un sinfín de quebraderos de cabeza a medio y largo plazo.
Reacción Errónea #1: La Táctica del Avestruz
De la misma forma que la más grande y pesada de las aves esconde la cabeza cuando percibe un peligro y espera a que escampe, muchas personas e instituciones silencian su voz, desoyen voluntariamente, ignoran, no saben o no contestan durante las crisis en las diferentes redes sociales (y muy especialmente en Facebook y Twitter). Dentro de esta categoría incluiríamos a aquellos que intentan desviar la atención con la publicación de contenidos que nada tienen que ver con la situación a la que se enfrentan una vez que la crisis ya ha estallado y están cayéndoles metafóricamente chuzos de punta. Esta equivocada estrategia fue la que implementó la administración de Richard Nixon tras el escándalo del Watergate que como todos sabemos terminó con la dimisión ignominiosa del entonces presidente de EEUU.
Existe sin duda una fina línea que separa el echar más leña al fuego del responder de una forma apropiada que realmente ayude a nuestros intereses en unos momentos de máxima tensión que requieren de inteligencia, empatía y buen hacer. Como línea general, proponemos la solución aportada por el experto norteamericano Eric Dezenhall: ‘Si te equivocas, muestra arrepentimiento; si te atacan injustamente o te maltratan, defiéndete con vigor y energía’. El silencio es raramente una buena opción.
Reacción Errónea #2: Como Pollo sin Cabeza
Durante los últimos años se ha popularizado en inglés la expresión peyorativa ‘like a headless chicken‘ (‘como pollo sin cabeza’) para referirse a toda actuación impulsiva, irreflexiva, poco meditada y en la mayoría de los casos dañina para nuestros intereses que refleja perfectamente la acción más perniciosa que quizá toda persona o empresa pueda tomar en un contexto de crisis de reputación online: el auto-guillotinarse y cerrar sus cuentas en redes sociales. El daño en ocasiones irreparable que esto causa es difícil y desde luego costoso de arreglar por varias razones simultáneas que complican significativamente el entramado de la crisis:
- Malogramos la oportunidad de articular una respuesta adecuada y una defensa de nuestros intereses
- Ofrecemos una imagen de huída despavorida que en la mayoría de las ocasiones la comunidad percibe como una admisión implícita de culpa
- No permitimos que nuestra red de contactos virtuales salga en nuestra defensa y se movilice a nuestro favor, echando a perder relaciones que hemos podido pasar hasta años cultivando
- Perdemos posicionamiento en Google y otros buscadores, echamos a perder nuestro SEO y prácticamente garantizamos que durante meses sino años las primeras entradas indexadas por el buscador sean ataques contra nuestra reputación que nos seguirán afligiendo en el tiempo
Podría añadir otros factores a un largo y doloroso rosario de errores que impedirán que en el mínimo tiempo recuperemos la credibilidad, y que nuestro activo intangible número uno – que es y siempre será nuestra reputación – sea defendido de la forma más eficiente, efectiva y eficaz.
Es por ello, queridos amigos y amigas, que mi consejo para todos vosotros/as (¡atención community managers!) sea el de nunca comportaros como avestruces ni pollos sin cabeza, sino defensores proactivos e inteligentes de vuestras marcas personales y colectivas en esos momentos tan difíciles en los que la tierra parece hundirse a nuestro alrededor. El ahorro en tiempo y dinero merecerá la pena, como algunos de mis sufridos clientes conocéis de primera mano. Demostraremos además al obrar así aquel maravilloso principio con el que quiero concluir: absolutamente todos – y vaya que si me incluyo – merecemos una segunda oportunidad tanto en nuestras vidas físicas como virtuales.
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Para muchas personas y organizaciones, la aparición de un ‘trending topic‘ en su contra en Twitter supone un auténtico escenario pesadilla en el que las puertas del inferno que nos describiera Dante en su Divina Comedia parecen haberse abierto y amenazan con llevarse por delante su buen nombre, dejar una muesca indeleble en su reputación y arruinar el buen trabajo de años cuando no su empleo y perspectivas laborales de futuro. Paralelamente, es sólo cuando se ha sufrido el ‘bautismo de fuego’ que supone un trending topic y uno se las ha tenido que ver con el lado oscuro de Twitter cuando se gradúa y hace adulto en el adictivo microblog. Expresado en términos épicos: los héroes y las heroínas de Twitter son aquellos que han matado al dragón del trending topic.
Y es que lo cierto es que incluso entre los profesionales del 2.0 y los social media son muy pocos los que tienen experiencia directa en lidiar con este tipo de situaciones tan espinosas y tan cargadas de tensión. Observando el catálogo de errores que se cometen habitualmente con tan poca visión como acierto, uno se da a veces por satisfecho con que la persona implicada, los social media managers y responsables de comunicación online no echen más leña al fuego y sean peores sus poco atinados remedios que la enfermedad. Sobrevivir a estos escenarios sin duda tan poco agradables, estresantes para los que los sufren y potencialmente explosivos requiere de todo nuestro sentido común, mejores dotes de comunicacion, buen hacer y un afinado y avezado timing que puede resultar crucial para sino desactivar el trending topic en cuestión sí al menos minimizar y contener sus daños potenciales.
En el contexto de las crisis de reputación online que ya he analizado anteriormente, un trending topic corresponde al momento del ‘túnel de fuego’ en el que recibimos centenares cuando no miles de comentarios negativos, críticas, descalificaciones, posiblemente insultos y otros cuyo origen puede haber sido provocado por muy diversas situaciones: errores reales o percibidos por nuestra parte, comentarios más o menos humorísticos de los que se hace eco la comunidad tuitera, reacciones a noticias aparecidas en los medios (como el reciente caso de Mercadona y #tirarcomida tras la emisión del último ‘Salvados’ tan bien analizado en este post por ) y muchos otros.
La buena noticia es: sobrevivir a un trending topic es posible y en ocasiones podemos salir hasta reforzados una vez que amaine el temporal. Para ello, las siguientes recomendaciones serán de una gran ayuda:
1. Que no cunda el pánico. Aunque nos sintamos atenazados por el miedo (especialmente la primera vez) y parezca que la tierra nos va a tragar en cualquier momento, quizás sorprendentemente para algunos la mayoría de los trending topics son pasajeros y no suelen suponer ni un fin de nuestra actividad personal o comercial ni se traducen necesariamente en pérdidas monetarias tangibles. Tal y como señala de Servilia, en los primeros compases es fundamental “no perder la calma y examinar cuál ha sido el inicio de la crisis, contextualizarla e intentar medir su alcance real”. Aunque nuestra respuesta deba ser necesariamente rápida, no por ello ha dejar de ser meditada y es desaconsejable dejarse llevar por la vorágine de los acontecimientos antes de articularla. Nuestro primer objetivo ha de ser que nuestra acción (o en su caso inacción) no complique más la situación ni avive las llamas, y para ello es necesario conservar la calma y la cabeza bien fría.
2. El silencio no es una opción. Una de las reacciones más o menos espontáneas que se suelen producir ante los trending topics (como demuestra el reciente caso de los locutores radiofónicos cuya broma telefónica imitando a la familia real británica se saldó con el suicidio de una enfermera en Australia) es el cerrar inmediatamente sus cuentas. Alternativamente, algunas de nuestras empresas más conocidas optan por la táctica del avestruz: esconder la cabeza y esperar hasta que escampe sin ofrecer ninguna respuesta o información ante la crisis. Ambas reacciones – y muy en especial la primera – son desafortunadas porque nos privan de la posibilidad de participar en el debate, responder a las críticas y movilizar a nuestros posibles defensores. Por si fuera poco, la comunidad suele interpretar nuestro silencio como un desprecio o una admisión de culpa y ello no hace más que dar pábulo a nuestros detractores. Especialmente cuando somos objeto de un trending topic y de la movilización de miles de personas contra nosotros, es imprescindible el reaccionar de forma inteligente y estratégica.
3. Discúlpate o defiéndete. Sería un grave error el pensar que una disculpa es siempre la mejor opción ante las críticas. Una respuesta buenista puede de hecho constituir en sí misma una invitación al desastre, especialmente cuando un análisis de la situación revela que no nos hemos equivocado y que nuestra actuación (aunque pudiera resultar polémica) ha sido la correcta. En ese caso procederá articular una defensa elegante pero enérgica de nuestros intereses y los de nuestra marca, sin en ningún caso caer en las provocaciones pero ofreciendo la información y las razones por las que no aceptamos los motivos del trending topic en cuestión. Es nuestro trabajo el que esta información llegue al máximo número de personas en el mínimo tiempo posible utilizando para ello canales que irán de seguro más allá de Twitter: web corporativa, otras redes sociales, comunicado de prensa, etc. Harina de otro costal es cuando en efecto nos hayamos equivocado por error u omisión: en ese caso será imprescindible el ofrecer no sólo una disculpa sincera sino en lo posible una restitución ante nuestros clientes, seguidores y la comunidad en general junto con la promesa firme de que la lección ha sido aprendida y de nuestra conducta y modo de actuar han cambiado de cara al futuro. Mientras dure el trending topic tocará capear el temporal.
4. Pasa al contraataque. Uno de los programas deportivos más exitosos de la televisión en España es . Esto no es ni mucho menos casualidad: además de la muy meritoria labor de su presentador y director y de los comentaristas, su excelente equipo (en el que figuró hasta hace poco ) ha sabido integrar de forma exitosa la comunicación y la viralización online de las exclusivas del programa y sus debates y ha generado múltiples trending topics (como el famoso #findeciclo y tantos otros). Sin embargo, en ocasiones han tenido que reaccionar ante trending topics adversos con una estrategia arriesgada pero eficaz que ha consistido en contraatacar con trending topics propios movilizando a sus seguidores de forma efectiva. Esta es una táctica infrautilizada que puede resultar una auténtica tabla de salvación para muchos especialmente cuando el trending topic tiene un carácter sesgado y sectario (como el caso de los políticos) que de forma más o menos espontánea genera posicionamientos en su contra. No se puede sin embargo improvisar: sólo aquellos que hayan trabajado previamente para fidelizar a una comunidad entusiasta y entregada recogerán ahora los frutos de su trabajo y buen hacer cuando más lo necesitan.
5. Monitoriza y separa el grano de la paja. Especialmente para individuos y PYMEs, una de las mayores tentaciones cuando se ven abrumados por un trending topic con cientos de mensajes durante un espacio relativamente breve de tiempo y ante la imposibilidad de ofrecer una respuesta personalizada es el dejar de leerlos y no molestarse en monitorizarlos y/o analizarlos. Este es un craso error, ya que sólo mediante una monitorización efectiva podremos evaluar la evolución del ‘trending map’ y determinar el impacto real de las críticas y su origen. Porque aunque todas las opiniones sean respetables y merezcan nuestra atención, no cabe duda de que algunas (como las de nuestros clientes, los medios de comunicación o los influencers) tendrán mucho más valor y peso específico para nuestros intereses. Precisamente si no podemos ofrecer una respuesta personalizada deberemos racionalizar y dirigir nuestros esfuerzos a poner de nuestra parte a aquellos que más importancia tienen para nuestra estrategia y a los que podremos persuadir. Especialmente para algunos sectores o industrias, siempre existirán detractores más o menos declarados a los que jamás contentaremos, pero nuestro éxito dependerá en gran medida del posicionamiento de la gran masa de indecisos que están al menos inicialmente dispuestos a atender a nuestras razones. Céntrate en ellos.
6. Aprende las lecciones para el futuro. El trending topic es una realidad efímera que ocurre en el medio online: tiene un origen, una evolución, en la mayoría de los casos un punto final y una estela de consecuencias de mayor o menor alcance para los directamente implicados. Por decirlo así, cada trending topic deja su propia huella digital que debremos estudiar con diligencia y ahínco. Un trending topic en contra no debería nunca ser equiparado con un fracaso de nuestra estrategia: en algunos casos puede resultar hasta beneficioso por el ‘ruido mediático’ que genera y que los más avezados sabrán utilizar con aprovechamiento. Lo cierto es que – tras haberlos sufrido – David Bisbal sigue cantando, Elena Valenciano sigue siendo la vicesecretaria general del PSOE y Central Lechera Asturiana sigue vendiendo productos lácteos por doquier. En los casos más benignos, un trending topic no es el fin del mundo aunque sí un serio toque de atención sobre el impacto de nuestras acciones y cómo se nos percibe en la Tuitosfera.
Sobrevivir a un trending topic es perfectamente posible y constituye no sólo una señal inequívoca de madurez sino un recordatorio permanente de que la reputación es el activo intangible más importante del que todos y cada uno de nosotros dispone. A todos los que participamos en esta apasionante aventura online nos toca hoy y siempre defenderla.
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Al igual que Isabel Pantoja, ‘hoy quiero confesar’: Facebook es una de las redes sociales de las que más disfruto y a la vez que más quebraderos de cabeza me ha causado. ¿La razón? El eterno debate y las presiones a las que uno se ve sometido para seguir la en ocasiones peligrosa práctica de admitir a sus contactos profesionales como ‘Amigos’. Una práctica que, dependiendo de cuál sea nuestro estilo de interacción, el nivel de privacidad y de intimidad que queramos en nuestra cuenta y los indudables riesgos a los que nos puede exponer, resulta a todas luces desaconsejable.
Vayamos por partes. Lo he dicho en varias ocasiones y lo repito aquí: cada uno de nosotros tiene perfecto derecho a gestionar sus cuentas privadas en redes sociales como mejor le parezca. Debemos en ese sentido resistir activamente los intentos de los ‘gurús’ prescriptivos por imponernos sus modelos. Otra cosa bien diferente es aquellas que tienen un marcado carácter profesional. Teniendo como tengo dos ‘fanpage’ en Facebook (una dedicada a la y otra al ) ese obviamente no es mi caso. Al igual que muchos, mi intención es y ha sido siempre el que Facebook fuera un canal en el que pudiera expresar mis sentimientos y opiniones de forma libre y sincera: algo que resulta difícil y hasta peligroso cuando tu grupo de amigos en tu cuenta privada está poblada de clientes, compañeros de trabajo, referentes y otros.
Todo empieza por saber decir ‘no’ de la forma adecuada cuando se reciben invitaciones. Imagínate la escena: doy una conferencia o imparto un curso en una ciudad de España o Latinoamérica y al regresar al hotel me encuentro con decenas de invitaciones de personas que apenas me conocen y con las que probablemente tengo poco o nada en común (¡además del interés por los social media que ya es algo!). De entre ellas habrá sin duda un número que la intuición me dice podrían terminar siendo amigos/as ‘de verdad’ y a los que querré aceptar, pero no así el resto. ¿Qué hacer?
Y es que la experiencia demuestra que el admitir de forma más o menos discriminada a contactos profesionales en Facebook genera casi siempre los siguientes cuatro problemas:
- Riesgo de autocensura: uno no siempre quiere que sus clientes potenciales sepan que se encuentra mal por razones físicas, psicológicas o del orden que fuera por motivos obvios
- El que Facebook se desvirtue y se convierta en un canal para dudas, preguntas y consultas profesionales en vez de un espacio para disfrutar y compartir con los que importan (lo he sufrido al igual que muchos y doy fe de que no mola)
- El espameo más o menos frecuente en nuestros muros de aquellos para los que Facebook es tan sólo otro canal para publicitarse y contarnos qué maravillosos son ellos y sus proyectos (algunos siguen sin entender que para eso están las ‘fanpage’)
- La disminución de la privacidad: ¿cuántos rumores circulan por nuestras oficinas divulgados por nuestros colegas que han sido posteados con carácter más o menos privado en Facebook?
A pesar del hecho de que estas poderosas razones sean válidas en sí mismas y de que nos reservemos el derecho de admisión, no cabe duda de que un ‘no’ sin miramientos a una solicitud de amistad puede ser interpretado como un rechazo personal y una muestra de antipatía por parte de aquellos que han hecho el esfuerzo de buscar nuestra cuenta e intentado conectar con nosotros. Por ello y otros muchos motivos que podríamos añadir, es conveniente el disponer de un mensaje más o menos estandarizado en el que indicar nuestra posición de la forma más objetiva y sensible posible y a la vez ofreciendo alternativas, como el que se muestra a continuación:
“Muchas gracias por tu invitación. Mi cuenta privada en Facebook es un espacio para mi círculo más íntimo y familiar y por eso te invito a seguirme o bien en mis páginas profesionales o en mi cuenta de Twitter. Estaré feliz de poder interactuar contigo desde esas plataformas“
Existen compañeros para los que tengo todo el respeto del mundo que han tomado la decisión de que su cuenta privada de Facebook sea un canal de marca personal y de promoción profesional más. El precio que pagan por ello es el no poder ser sí mismos en el sentido pleno del término, expresar sus sentimientos e inquietudes y compartir lo que de verdad les importa con libertad. Y eso precisamente – nuestra libertad – es lo último que algunos estamos dispuestos a perder. Te animo desde esa misma libertad a configurar una cuenta de Facebook que responda a tu personalidad e idiosincrasia y en la que puedas ser feliz. Lo demás no importa.
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El Marketing Personal 2.0 constituye a su vez un nuevo paradigma y quizás – aunque muchos no sean aún conscientes de ello ni de su inmenso potencial – la más importante innovación auspiciada por Internet y las redes sociales para contribuir al éxito de nuestro proyecto de vida. Pero: ¿de qué se trata exactamente y por qué de su uso inteligente dependerá nuestro éxito en la nueva economía digital?
Por ‘Marketing Personal 2.0’ entendemos todo el conjunto de técnicas, tácticas y estrategias que podemos utilizar a todos los niveles para promocionarnos y conseguir nuestros objetivos personales y profesionales como individuos. La apostilla ‘2.0’ viene dada porque – especialmente para todos aquellos que no dispongan de recursos para publicitarse de forma tradicional y/o de acceso (al menos inicialmente) a los medios de comunicación – muchas de las acciones a emprender ocurrirán dentro del contexto de la Web 2.0 con un uso más o menos intensivo de Internet y los ‘social media’. El ‘Marketing Personal 2.0’ representa el nuevo salto evolutivo del marketing personal y la llamada ‘gestión de imagen’ de la era pre-digital y abre infinitas posibilidades independientemente del presupuesto (y cómo es esto de agradecer en tiempos de crisis) del que dispongamos.
De hecho, este renovado concepto surge de la intersección de varios elementos dentro de un nuevo contexto tecnológico y digital: la comunicación online y offline, las relaciones públicas (RRPP), la mercadotecnia, la psicología y la ya aludida asesoría de imagen son algunos de los más destacados. En su sentido más amplio y menos dogmático, incluye potencialmente cualquier enfoque por novedoso o sorprendente que resulte que ayude de forma fehaciente a la consecución de las metas que nos hayamos marcado, y que podrán ir desde conseguir un puesto de trabajo, un ascenso, más clientes para nuestros proyectos, postularnos como expertos o referentes, gestionar y fomentar nuestra imagen pública, evitar o minimizar el riesgo de crisis de reputación y un largo etcétera. Es por ello que el ‘Marketing Personal 2.0’ incluye pero no se reduce al íntimamente relacionado concepto del ‘personal branding’ o ‘marca personal’.
El ‘Marketing Personal 2.0’ requiere un importante cambio de chip para todos aquellos que ya están presentes e interactuando en Internet y las redes sociales pero que no cuentan con una presencia estratégica orientada a objetivos. En muchas ocasiones nos encontramos con que – aunque sean especialmente activos y estén perfectamente habituados a las TIC (tecnologías de la comunicación y la información) – la huella digital de muchas personas no sólo no les ayuda sino que constituye un importante lastre y afecta negativa y perniciosamente a su imagen y marca personales. Como muestra el gráfico de Mark Smiciklas, se da en casi todos nosotros un solapamiento de nuestra actividad personal y profesional en los social media que ha de ser gestionada con inteligencia y siguiendo una política y criterios que realmente funcionen.
Imagen: Mark Smiciklas
En ocasiones, no cabe duda que ello traerá consigo un uso más cuidadoso y menos espontáneo (enzarzarse en discusiones estériles sobre política o religión u otros temas potencialmente conflictivos no suele ser recomendable por mucho que preservemos nuestra libertad de expresión) así como una considerable inversión de tiempo y esfuerzo por nuestra parte. Esta inversión y todo el empeño, cuidado y cariño con el que tratemos nuestro marketing personal se verán más que recompensados por logros que a menudo sólo podrán ser conseguidos por esta vía. Y no debemos de ninguna manera pensar que no podemos y debemos disfrutar gestionándolo con inteligencia y tesón y recogiendo los frutos que más pronto que tarde llegarán si no cejamos en nuestro empeño y configuramos una marca y una imagen online que responda a lo mejor de nosotros mismos y de la que nos podamos sentir orgullosos.
Somos la primera generación de seres humanos que ha tenido a su alcance – gracias a la a todas luces beneficiosa revolución tecnológica auspiciada por Internet - el tomar las riendas de su marketing, saltándose en el proceso todas las barreras que encontraron los que nos precedieron para contar nuestra propia historia y demostrar nuestras cualidades personales, nuestra valía y nuestro talento ante aquellos que se pueden beneficiar más directamente de ellos. En juego estarán nuestra autorrealización y nuestra felicidad. Bienvenidos a una nueva era.
(Nota: sigue consejos y tácticas de ‘Marketing Personal 2.0′ con el hashtag #miMarketing en Twitter)
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No es necesario ser un optimista convencido como nuestra entrañable Eva Collado Durán para creer que los nuevos libros – como los recién nacidos – llegan con un pan debajo del brazo. Este es sin duda el caso con ‘‘, el primer manual para la búsqueda de empleo en español que llena un hueco y una importantísima carencia para todos aquellos que quieren aprovecharse de las mejores tácticas y técnicas de marketing personal en la era digital enfocadas a ese gran objetivo de encontrar trabajo (y sin renunciar en ningún caso a que ese trabajo sea una vía para su satisfacción y autorrealización) en un mercado laboral cada vez más competitivo y globalizado. Costituye una adición importante al meritorio trabajo realizado por , el equipo de Soy Mi Marca y tantos otros en nuestro país.
Y es que, como indico en la introducción que he tenido el privilegio de escribir, estamos de enhorabuena. Los tres autores de ‘Mejora y Gana’ , y acumulan una experiencia compartida en RRHH (recursos humanos) y en marca personal de primer orden, y lejos de ofrecernos un frío manual teórico han diseñado un curso eminentemente práctico – como demuestran los ejercicios al final de cada capítulo – que puede ser usado por cualquier persona con el máximo aprovechamiento para clarificar sus objetivos y configurar una marca personal que responda a lo mejor de sí mismo/a. Si a eso le unimos los consejos en temas tan importantes y específicos como la elaboración del CV o la entrevista de trabajo, el resultado es un manual de uso inmediato de lectura obligada para todos aquellos que se encuentran en situación de búsqueda de su primer empleo, de desempleo voluntario o forzoso o que aunque estén trabajando deseen trazar las líneas maestras de su marca personal para abordar su futuro laboral con optimismo.
Portada de 'Mejora y Gana'
Para aquellos que busquen una reflexión más intelectual en torno a la marca personal, el excelente prólogo del gran – en el que su autor realiza un breve periplo histórico para subrayar las profundas transformaciones a las que hemos sido sometidos en nuestro concepto de personas – constituye un excelente punto de partida. En lo que concierne a mi modesta contribución, me gustaría compartir con todos vosotros un fragmento de la Introducción:
“Contrariamente a lo que muchos podrían pensar, la marca personal se basa precisamente en lo más auténtico y genuino de nosotros mismos: nuestro estilo e idiosincrasia, nuestros valores y la clarificación cognitiva a la que nos ayuda este libro con sus ejercicios prácticos para determinar cuáles son las metas a las que no estamos dispuestos a renunciar y por las que lucharemos capacitándonos y mejorando nuestras destrezas y conocimientos si esto resultara necesario. A partir de ese momento, se nos invita a tomar las riendas de nuestro propio marketing personal y a configurar una marca que refleje de forma fehaciente tanto en el mundo físico como el virtual quiénes somos y qué aspiramos a ser; una marca viva en el tiempo que se irá transformando y evolucionando al mismo tiempo que nuestras vidas.
Tu marca personal será siempre el acicate y a la vez uno de los instrumentos preferenciales en acercarte más y más a tu sueño en el mercado laboral: hasta que un día, como es mi caso, el sueño se convierta en realidad. Para lograrlo, te animo ahora a empaparte de los conceptos y ejemplos que nos brindan Ximo y los dos Pablos en este utilísimo manual. No tienes nada que perder y sí mucho que ganar. Realmente merecerá la pena.”
‘Mejora y Gana: manual de marca personal para la búsqueda de empleo‘ está ya disponible en formato digital (€6) e impreso (€12) desde su web. Puedes seguir su cuenta de , así como compartir preguntas y reflexiones en el hashtag #mejoraygana
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