El fin de la política y el nacimiento de la iDemocracia
- 27th Saturday 2013
- Política 2.0
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La desesperación y el hastío con el actual estado de la política occidental, y muy particularmente la europea, se está convirtiendo a pasos agigantados en un fenómeno generalizado. Esto es especialmente así en países como España, Italia o Grecia que se han visto más duramente afectados y zaheridos por la crisis financiera global, la del euro en particular, la acumulación de una deuda que actúa sobre una losa pesada sobre la economía y la corrupción y la falta de miras de una gran parte de su clase política. La desafección hacia el sistema se ve alimentada por el inmovilismo y por la falta de un horizonte que abrigue esperanza de que la ‘cosa pública’ pueda ser gestionada de una forma diferente y de que los ciudadanos podamos recuperar la soberanía que actualmente parecen detentar los partidos políticos enquistados en el Estado y otras oligarquías mediáticas y financieras.
Si la última línea del párrafo anterior parece sacada de algún panfleto anti-sistema, quizás le sorprenda al lector saber que es la conclusión a la que llega alguien tan poco sospechoso de subversión como el diputado conservador británico en su libro ‘‘, una obra que resulta especialmente relevante para todos los que estamos inmersos en la Revolución Digital y muy especialmente para aquellos que nos dedicamos de una u otra manera profesionalmente a ella. Esto es así ya que Carswell proclama que gracias a esta última será posible instaurar una nueva forma de democracia – la iDemocracia – en la que los ciudadanos podamos de forma emergente y basados en la ‘inteligencia colectiva’ tomar muchas decisiones y reclamar servicios que han sido hasta ahora monopolizados por el Estado, controlar de forma directa a nuestros representantes políticos, expresar nuestras inquietudes saltándonos los filtros de unos medios de comunicación en ocasiones distorsionadores y disminuir sensiblemente nuestra dependencia de burócratas y tecnócratas para la toma de decisiones que nos conciernen más directamente.
La primera parte de la obra de Carswell realiza una crítica sin contemplaciones de nuestro modelo de Estado: un dinosaurio que en Occidente ha ido ganando peso por obra de gobiernos de todo signo político y un sistema financiero basado en la manipulación monetarista que ha terminado por hacer que salte la banca y que nos encontremos actualmente con unos niveles de deuda que provoquen escenarios como el de Grecia. Tanto en Francia como en Gran Bretaña, nos recuerda Carswell, el porcentaje del PIB que se gasta el Estado supera ya el 50% y en los 15 minutos que tardeís en leer este post su deuda habrá crecido en más de €20 millones. ¿Cómo ha podido suceder esto, nos preguntamos? Carswell lo achaca al hecho de que no suframos directamente el efecto de la deuda hasta que ya sea demasiado tarde debido a nuestro modelo de tasación e impuestos y a que los gobiernos puedan jugar a la ruleta rusa con los sistemas monetarios desde que el dólar no va respaldado por el oro.
Precisamente el modelo impositivo suscita comparaciones nada edificantes en lo que a su control se refiere. De la misma forma en que los ciudadanos parecemos haber perdido el control de en qué se gastan los sucesivos gobiernos nuestro dinero, lo hemos perdido de forma quizá más insidiosa sobre aquellos que se supone son nuestros representantes directos. En el continente – nos recuerda – las listas electorales son elaboradas por los partidos políticos y en muchos casos no hay elecciones primarias para elegir a los candidatos o candidatas; en Gran Bretaña, a pesar de su proceso de elección directa por circunscripción electoral, los representantes elegidos como él se dan cuenta de que una vez llegan al Parlamento las decisiones son tomadas por burócratas, tecnócratas y expertos sin control político cuando no por Bruselas e instituciones de la UE con poco o nulo respaldo democrático y en contra de los deseos expresos de los electores.
Frente a nuestra descorazonadora realidad, Carswell presenta un futuro esperanzador auspiciado – como no podía ser de otra manera – por las tecnologías 2.0. Gracias a estas – y especialmente a Internet y las redes y medios sociales – podemos tener desde una menor dependencia de los expertos hasta una mayor personalización de los servicios públicos dando pie con todo ello a modelos emergentes de gestión frente al diseño, la planificación y la centralización actuales. Y esto supondrá también una progresiva relativización (cuando no deslegitimización) de las élites intelectuales, políticas y mediáticas que controlan gran parte del funcionamiento del Estado de espaldas a los ciudadanos.
La Política, nos dice, está en proceso de ser ‘re-personalizada’. Los votantes pueden ya comunicarse directamente con sus representantes de una forma imposible en la era pre-digital y pueden lanzar peticiones y campañas de forma espontánea u organizada (las ePeticiones son ya una realidad en Gran Bretaña): y esto sin duda se va a traducir en un mayor control y escrutinio de lo que los últimos hacen y en que tengan que rendir cuentas a sus electores de una forma más o menos permanente (y no cada cuatro años). Y también fomentará en los países en los que la libertad política es una realidad como Gran Bretaña o EEUU que candidatos de fuera del sistema (‘outsiders’) sean elegidos y consigan financiación fuera de los partidos políticos (caso de George Galloway o Ron Paul respectivamente).
El futuro vislumbrado por Carswell es uno en el que el ciudadano-consumidor podrá acceder a servicios cada vez más personalizados, en el que la inteligencia colectiva conseguirá despeñar a muchos de los sedicentes expertos actuales, la democracia será revitalizada desde abajo y el modelo emergente de Internet hará posible que Occidente y en particular Europa vuelva a brillar si no se convierte en una mastodóntica Unión Europea que impida la libre competencia y disuada la creatividad de sus estados miembros. Aunque sin duda no haya por qué estar de acuerdo con su visión ni con algunas de sus prescripciones, ésta última merece nuestra consideración así como la de todos aquellos que se esfuerzan por combatir la desesperanza actual con propuestas novedosas y creativas en las que Internet – no nos quepa duda – seguirá siendo un factor determinante.
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‘The end of politics and the birth of iDemocracy‘ (Douglas Carswell, 2012) (ISBN 978-1849544221) ha sido publicada en Londres por Biteback Publishing Ltd y puede ser adquirida desde en versión impresa y digital.
About the Author
Especialista en comunicación y marketing online y marca personal. Profesor de los Másters NTIC en Social Media y Community Management de la Universidad Complutense y de la UNED. Consultor en 'Soyunamarca'. Autor de 'De Twitter al cielo: cómo conseguir tus objetivos en Twitter'. Aprendo, opino y comparto.
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