Contra el ‘Pensamiento Unico’ en los Social Media
- 6th Monday 2012
- Redes Sociales
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La intolerancia no conoce fronteras. No es por tanto de extrañar que a los estragos que las actitudes dogmáticas, prescriptivas e inflexibles causan en la política o la religión (y a las que estamos tristemente tan acostumbrados) se hayan ido progresivamente uniendo posicionamientos cada vez más rígidos en un mundo que por su propia naturaleza debería ser un santuario de pluralidad y de libertad como son los social media. Y es que algunos parecen pretender solapada o descaradamente sentar cátedra mediante la inyección periódica de preocupantes dosis de ‘pensamiento único’ que se administran por doquier a una comunidad que acaso necesite aliento, guía y consejo pero desde luego no imposición ni coacción.
Quizás el primer y más grave error de los proponentes de la estandarización absoluta de usos y prácticas en social media sea el no comprender la diferencia esencial – una diferencia que en ocasiones es mucho más profunda de lo que a primera vista parece – entre el uso personal y el uso profesional de los mismos. Esto genera que a veces los profesionales intenten imponer su criterio a los usuarios personales o viceversa, casi siempre con consecuencias negativas para todos los implicados y un empobrecimiento del debate y de la pluralidad. No deberían ni tirios ni troyanos olvidar que – como ya demostrara Darwin en el caso de la biología – es precisamente sólo de la pluralidad que pueden surgir los saltos evolutivos y las mejoras significativas.
A los ‘profesionales’ de las redes sociales convendría recordarles que nuestros espacios privados (como una cuenta en Facebook, en Google+ o un blog personal) nos pertenecen y no hay razón objetiva por la que no podamos o debamos gestionarlos siguiendo nuestras propias pautas en lo referente a contenidos o estilo de interacción. A los usuarios personales les recordaría a su vez que cuando buscamos obtener una serie de objetivos y un retorno de la inversión o ROI en los social media nuestros mensajes, conversaciones y tono van a ser con toda probabilidad diferentes a los del idiosincrático uso personal.
-La pluralidad en los social media: patrimonio de tod@s. Imagen: Kexino, Flickr-
Como botón de muestra, me gustaría ilustrar el riesgo que corremos (y me estoy refiriendo muy especialmente a España) de que se imponga un ‘pensamiento único’ en nuestros social media con cuatro de los ‘dogmas de fe’ que algunos parecen tozudamente empeñados en imponernos y que de hecho carecen total o parcialmente de base en según qué contexto:
a) Nunca se deben borrar comentarios negativos en una red social, blog o página web
b) No debemos seguir en Twitter a más personas de las que podamos leer en el timeline
c) Nadie debería llamarse ‘experto’, ‘pionero’ o ‘especialista’ en su perfil en redes sociales
d) No debemos divulgar o retuitear nuestros propios contenidos
Ya he dado respuesta al punto a) en un reciente post en el que he alertado de los peligros de la actitud ‘buenista’ en la gestión de la reputación. Una actitud que hizo por ejemplo que Audi perdiera un 80% de sus ventas en EEUU en menos de 6 meses por ‘permitir’ una acusación que sabía desde el principio que no podía ser cierta como quedaría posteriormente demostrado.
Sé que el punto b) podrá extrañar a muchos, pero es de hecho el reproche que por sorprendente que parezca me hizo un conocido tuitero español de cuyo nombre no quiero acordarme que además ha escrito una guía sobre Twitter. Obviamente la respuesta directa es que cada uno podemos seguir o no seguir a quien nos dé la gana; y más elaboradamente que a nivel profesional el limitar el crecimiento de Twitter por ese criterio es simplemente inviable para conseguir objetivos empresariales o de marca que se precien.
En lo referente al punto c), nos enfrentamos en España a una situación que me atrevería a calificar de esperpéntica: los auténticos expertos, pioneros y especialistas en las diferentes áreas de la Web 2.0 no se atreven a proclamarlo por el clima de ‘pensamiento único’ creado (con algunas valientes excepciones como es el caso de ) generando el desagradable efecto secundario de que los vendedores de humo puedan postularse por defecto como expertos sin que el usuario no profesional pueda distinguir sin tiempo o esfuerzo al uno del otro. Nos encontramos en ese sentido en las antípodas de EEUU, donde como ha demostrado con datos objetivos Dan Zarrella de Hubspot los términos citados atraen (al menos inicialmente) más atención positiva e interacción. En España son los auténticos especialistas, pioneros y expertos los que parecen tener que pagar los platos rotos de las pretensiones de los que no lo son. Y es que cómo nos gusta ser diferentes.
Termino con d). De nuevo debería sobrar una respuesta, ya que cada uno puede hacer con los contenidos que genera lo que quiera dentro de sus espacios 2.0. Sin embargo, iré un paso más allá en favor de todos los que como yo sois creadores de infografías, artículos, fotografías, posts, presentaciones, diseños, etc.: si estás convencido de que tu contenido es de auténtica ayuda y que aporta valor a los demás (¡y no digamos nada si es gratis!) no me cabe duda de que querrás ser especialmente activo en su promoción y difusión en las redes sociales y someterlos a la valoración de la comunidad.
Me gustaría terminar este alegato contra el ‘pensamiento único’ en nuestros social media precisamente con este punto. Porque al final, ha de ser la comunidad en su conjunto – y no algunos que pretender hablar en nombre de ella – la que ha de dar o no su sello de aprobación a nuestras prácticas y a nuestro estilo en el universo 2.0. Por si fuera poco, dispondremos además del criterio añadido de evaluar cuando toque la hoja de resultados de los objetivos personales y profesionales que hayamos estado persiguiendo. Hasta entonces pienso seguir disfrutando de mi libertad en los social media y rebelándome ante aquellos que nos quieran imponer una dictadura silenciosa o vociferante de principios y prácticas. Te invito a hacer lo mismo.
Sobre el Autor
Especialista en comunicación y marketing online y marca personal. Profesor de los Másters en Social Media y Community Manager de la Universidad Complutense y de la UNED y de la Escuela Universitaria del Real Madrid. Consultor en 'Soyunamarca'. Autor de 'De Twitter al cielo'. Aprendo, opino y comparto.