Acceso WI-FI libre y gratuito ya

• 14th Thursday 2011
• Oscar Del Santo
• Ecommerce,Formacion 2.0,Marketing Online,Networking,Redes Sociales
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Desde la invención de la imprenta por Gutenberg allá por 1440, es posible que no se haya producido un avance tecnológico que haya tenido un impacto tan grande y profundo en la cultura de la humanidad como Internet casi 540 años después.

Si la genial invención del alemán trajo consigo una auténtica revolución cultural con consecuencias que fueron mucho más allá de lo puramente literario y entraron de lleno en los terrenos político, religioso y socio-cultural, Internet y las redes sociales han generado un fenómeno similar en nuestra era, contribuyendo decisivamente a transformaciones tan profundas como la llamada ‘globalización’ y más recientemente a la incipiente democratización del mundo árabe.

Ha sido el acierto del gran filósofo Ken Wilber el notar que avances tecnológicos de tal calibre influyen decisivamente en todo el mapa de la consciencia y desarrollo humanos – un mapa que él ha bautizado con el acrónimo de AQAL (all quadrants all levels o ‘todos los cuadrantes y niveles’) – y que alteran el desarrollo de nuestra consciencia individual y colectiva contribuyendo decisivamente al progreso y a la evolución de nuestra especie; todo ello creando nuevos desafíos y retos de una mayor complejidad que tenemos que aprender a sortear como individuos y como sociedad.

AQAL, el mapa integral de la evolución humana de Ken Wilber: el acceso a internet es un factor decisivo a todos los niveles (I-WE-IT-ITS) en el siglo XXI. Source: http://klartraum.name/

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Y de igual forma que la imprenta creó una terrible división social entre los nuevos analfabetos y aquellos que podían/sabían leer y escribir, Internet y el mundo 2.0 de las redes y medios sociales ha creado una nueva y no menos preocupante exclusión entre un público con ‘ADN digital‘ y una nueva generación de analfabetos digitales que están quedando al margen de la comunicación online, el comercio electrónico y el acceso a las cantidades ingentes de información de todo tipo que internet pone a nuestro servicio.

Es por ello que ha llegado la hora de que el acceso libre y gratuito a internet (Wi-Fi) en espacios públicos de obvio interés estratégico por motivos culturales, educativos y socio-económicos se convierta en una imperiosa realidad auspiciado por las autoridades, organismos oficiales y/o empresas y consorcios diversos. Me estoy refiriendo más en concreto a: bibliotecas, centros educativos, aeropuertos, estaciones de ferrocarril, autobuses y otros medios de transporte, puertos, hoteles, museos y centros culturales, centros de ferias y convenciones y otros espacios públicos y privados relevantes.

Si ayer erigíamos bustos a los alcaldes, diputados y ministros que construían escuelas y bibliotecas y democratizaban el acceso a la educación y a la cultura, mañana lo haremos a aquellos que trajeron la Wi-Fi y democratizaron el acceso a Internet en nuestros pueblos y ciudades. ¿Necesitan referentes? Ahí tienen al alcalde de Londres Boris Johnson, que ha prometido una Wi-Fi global en la gran capital británica para las Olimpíadas del 2012; Y en Panamá, el presidente Ricardo Martinelli ya están en la fase II de su proyecto Wi-Fi que beneficiará a 2.300.000 panameños en 300 lugares del país.

A pesar de la retórica, nuestro país corre el serio peligro de quedarse atrás en este imparable proceso. Hagamos entre todos que la reivindicación de la España moderna y emprendedora sea: ‘Acceso Wi-Fi libre y gratuito ya‘. Estaremos con ello contribuyendo decisivamente a la mejora y el progreso social de nuestro país a todos los niveles. Este es ya el nuevo lema de los ‘indignados digitales’ que sufrimos la actual falta de cobertura con impaciencia e inquietud, y que clamamos a nuestros representantes por una visión de futuro que siente las bases de nuestro bienestar y progreso duraderos.